En mi opinión, la educación es cuestión de querer, o no, ser alguien. La vida no es estática, y su versatilidad consiste en un continuo aprender (o dejar que las cosas nos sucedan como por arte de magia, una fuerza externa poderosa, o del destino, y así desligarnos de responsabilidades).
En el mundo actual, donde todos corren, es necesario tener la cabeza preparada para determinar prioridades, diferenciar lo que queremos para nuestra vida de lo que no. ¿Acaso nunca nos pasó, que al ir tan apurados hacia no sabemos dónde, llegamos a un objetivo que no era el deseado?
En síntesis, creo que el cambio viene de adentro, y depende de nosotros y de la conciencia común, el ser día a día un poco más fuertes, lindos, capaces, perceptivos y felices.
Alejandra Moraña, 3° CInstituto Fray Mamerto Esquiú
